El ilusionista

Ludueña, Jorge "El ilusionista"
Oleo - 60 x 70 cm - 1976

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Ludueña, Jorge
"El ilusionista"
Oleo
60 x 70 cm
1976

Ludueña, Jorge | Bio

Jorge Ludueña, Pintor Argentino 1927-1999. Perteneció a tan citada década de los años 60, cuando el arte argentino sentaba las bases más relevantes de su libertad expresiva. La pluralidad de las opciones de esa época permitió un desarrollo constante de artistas e instituciones, que forjaron la apertura hacia una nueva dimensión de los lenguajes visuales. Su dibujo, en ese período, va a identificar su obra con una característica expresionista de un acentuado rasgo personal, imprimiendo a su pintura una tónica que se distingue de las numerosas imágenes codificadas dentro del sistema figurativo de esa generación. La muestra antológica que presenta en la Biblioteca Nacional, Agüero 2502, en el Salón Federal del tercer piso, nominada de interés nacional, ha llegado desde España, lugar en el que residió más de dos décadas. Un destacado conjunto de obras de gran formato puede dividirse en tres etapas o períodos. Las realizadas sobre papel en blanco y negro, de una notable calidad plástica donde vemos la labor constructiva de una imagen personal y un dibujante de excepción. Otras obras, sin desechar calidades texturales, como lo hizo Berni con Ramona Montiel, caracteriza a sus mujeres instaladas en el clima suburbano de los barrios porteños -semejante a los de Aída Carballo- que se entrelazan con caballeros de contexturas fuertes y rechonchas: allí se descubre cierto humor benevolente. Clásico y barroco. Más tarde, estas cabezas de series no se interrumpen, van a proseguir apropiándose de una pintura clásica y poética de influencia hispana, que marcan un nuevo rumbo a su obra. Así aparecen ciertos temas como los bodegones, realizados con acrílico y óleo, con el sabor exuberante de una pintura expresada con un virtuosismo singular. Encara Ludueña, en estos trabajos, un género difícil, donde el barroquismo formal puede hablar de una visión al estilo extraño de Arcimboldo. Se nota el sabor corporizado y real de un artista del pincel, de un estudioso que encara los temas más difíciles y sale airoso. Los ensamblados, o combinados de pintura y objetos, se ven dotados de un nuevo realismo, donde imagen ilusoria y realidad concreta se fusionan en un nuevo proceso constructivo. Diferenciada de las otras producciones pictóricas, aparece esta serie con otra problemática estética de singular resolución plástica.

Diseño y Programación Paulo Lucia