Viejos Talas

Gramajo Gutierrez "Viejos Talas"
Oleo s/carton - 40 x 50 cm - 1918

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Gramajo Gutierrez | Bio

Gramajo Gutiérrez, tucumano ilustre que le dio a la plástica sus sentimientos raigales de su pueblo natal y sus alrededores. Su pintura testimonial tiene valor intrínseco más que su despliegue técnico por su pulposa necesidad de narrar sus vivencias que emanan como lava del volcán, de su alma. Vivía en Olivos evocando su tierra, Simoca. Las libaciones en los carnavales donde mandados y mandones, altos y bajos, gordos y flacos se unían al comenzar agosto para despertar después de la visita de las comadres a la fiesta de la Pachamama. Danzando con música de caja, vientos y cuerdas, agitando a las gentes que calmaban su sed con brevajes que encendían en sus carnes la lascivia reprimida, valía todo más allá de la norma y el decálogo, hasta el miércoles de ceniza que volvía a la calma iniciando la cuaresma. El ruego (Catamarca 1949, óleo, 30 x 40 cm), el silencio, nace y florece leyendo el misal, un casto silencio entre azules apastelados, llenos de transparencias, embriagan la escena epifánica con solemnidad. En El tonto Nicolás (Poman, óleo, 50 x 40 cm) su desmañado aspecto dicta a las claras la mofa del pueblo simple, que se divierte con el personaje, sin dañarlo. Pinceladas libres, sueltas, de buena factura, le dan garantía a su plástica.

 

 

Fuente: Mauricio Neuman