Villa U

Berra, Ernesto "Villa U"
- Tec. Mixta - 1996

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Berra, Ernesto | Bio

Ernesto Berra, artista abstracto ligado al informalismo, y uno de los referentes más destacado de la pintura de Córdoba.

Si buena parte de la producción de Ernesto Berra, desde los noventa en adelante, se sustentó en una imagen muy influenciada por la estética del muro (apropiación heredada de Tápies), esa referencia hoy toma otro rumbo. El artista trabaja con el espíritu de un constructor: arma su obra dentro del campo de la pintura, a la que utiliza en parte como referencia, diseñándola desde el marco. Sólo que en su caso no se trata del tradicional enmarcado. Berra compone el sorporte. Sea con pequeñas tacos de madera (que une irregularmente, rústicamente, o de manera muy estetizada); o usando como soporte (como si fuese una caja), puertas y ventanas, que en algunas obras quedan a la vista, evidencia que el artista a veces aplaca, o a la inversa, destaca.

Fuente: Verónica Molas

Hace más de diez años conocí a Ernesto Berra. En ese momento, advertí que no sólo me encontraba ante un gran artista, sino también frente a un ser humano excepcional.

Transcurrieron pocos años hasta que tuve la oportunidad de recibir por primera vez en mi galería a ese artista austero y perseverante, a Ernesto. Este encuentro nos enriqueció a ambos. Cómo no sentirme agradecido por exponer a través  mío sus muros y fachadas que luego trascendieron nuestras fronteras hacia los Estados Unidos y Europa. A partir de ese momento participamos juntos en todos los eventos posibles, en exposiciones individuales y colectivas, Arte BA y Expotrastiendas.

Ernesto Berra es un creador que heredó la capacidad de trabajar la madera, la enriqueció con otros materiales como las chapas, las telas, los alambres y los encolados, no sólo creando sino jugando, obteniendo como resultado obras  que pertenecen a un ámbito arquitectónico personal. Es un gran innovador con la tela, la pinta, la rasga, la reincorpora. No sólo se apoya sobre ella sino que la agrega a la obra. Los colores nos acercan al paisaje cordobés, a las sierras con su gama de marrones y verdes,  al cielo con los azules, amarillos, rojos y naranjas.

La sensación que se percibe, frente a los trabajos de Berra, se nutre de su temperamento tranquilo y provinciano. Su crecimiento se mantiene basándose en la  sobriedad, alejado del corredor mediático, afirmando la excelencia a través de su idoneidad y de talento.

En casi treinta años como galerista, he conocido muchos artistas, desde consagrados como Antonio Berni hasta jóvenes recién  incorporados a las escuelas de arte,  pero ha sido junto a Berra que logre una comunión de trabajo y amistad, como pocas veces recuerdo en toda mi trayectoria.

Le doy las gracias a Ernesto Berra por elegirme como galerista y fundamentalmente como amigo.

Edgardo M. Gruskin / Diciembre de 2002

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